El casco romano de Hallaton vuelve a exponerse al público

El casco romano de Hallaton, una extraordinaria pieza arqueológica romana de 2.000 años de antigüedad, se expondrá al público de forma permanente en el museo de Harborough.

Esta impresionante obra de artesanía de los comienzos de la era romana en Britania ha vuelto a las vitrinas del museo de Harborough, en el condado de Leicestershire, Inglaterra, tras años de meticuloso trabajo de reconstrucción. Los restauradores han logrado devolverle al casco su forma original, y ahora se mostrará al público junto a dos réplicas.

Casco romano de Hallaton frente a una de sus reproducciones
La gálea romana de Hallaton frente a una de sus reproducciones. Imagen de Leicestershire County Council Museums

El casco romano de Hallaton

En el año 2000, un grupo de arqueólogos aficionados que excavaba en un tranquilo campo de Hallaton, en el sureste de Leicestershire, desenterró los fragmentos de una gálea, un casco imperial romano. Este hallazgo resultó ser solo una parte de un pequeño tesoro que incluía más de 5.000 monedas, lingotes de plata y cerámica romana. Los Servicios Arqueológicos de la Universidad de Leicester se unieron de inmediato al grupo de trabajo de Hallaton, y juntos terminaron revelando uno de los sitios de la Edad de Hierro más importantes de Gran Bretaña. Además, estos objetos estaban acompañados por una considerable cantidad de huesos de cerdo, lo que llevó a los arqueólogos a pensar que el lugar podría haber sido un santuario, y que todo el conjunto sería, en realidad, una serie de ofrendas realizadas en la época de la invasión romana, que comenzó en el año 43 d.C.

Pero esta gálea tampoco era la protección común de la panoplia de un legionario; se trata de uno de los pocos cascos plateados de época romana que se han encontrado en Europa. Es una pieza que destaca por su riqueza y valor artístico, y es una muestra notable de habilidad artesanal.

El casco, fabricado en hierro, está recubierto por un baño de plata. Presenta bellos diseños decorativos en su superficie, elaborados mediante repujado y que probablemente estaban chapados en oro. La cazoleta luce una corona de hojas, símbolo de un triunfo militar, y en la cimera destaca el llamativo busto de una mujer flanqueada por leones y carneros.

Originalmente, el casco tenía las dos típicas carrilleras laterales con bisagras, que hasta ahora se conservan por separado porque eran demasiado frágiles. En estas carrilleras se se puede apreciar a un emperador romano a caballo con la diosa Victoria volando detrás, y un enemigo derrotado bajo los cascos del caballo. En realidad, aparecieron hasta seis de estas carrilleras en el lugar, lo que sugiere la posible presencia de más gáleas.

Como es una pieza de extraordinaria riqueza y detalle artístico, los expertos creen que el casco debió pertenecer a un militar de alto rango, seguramente de caballería. Su diseño y decoración sugieren que era un objeto con más valor ceremonial o simbólico que práctico.

El propósito y significado exacto del enterramiento del casco continúan siendo un misterio. No se sabe con certeza si quienes lo enterraron eran aliados o enemigos de los romanos. Es posible que se tratase de un obsequio de los invasores para consolidar alianzas con la comunidad local. Lo que sí es cierto es que esta gálea es una prueba de las interacciones entre los romanos y los britanos durante la ocupación romana.

Reconstrucción y réplicas

El casco romano de Hallaton ha sido meticulosamente reconstruido con la colaboración de conservadores del Museo Británico. Pese al deterioro sufrido durante su enterramiento, aún se mantiene el 80% de su estructura original. No se le ha podido devolver la pátina de plata que lo recubría, pero el trabajo de reensamblaje ha sido notable.

Modelado 2d del casco de Hallaton
Modelado 3D del casco. Imagen de De Montfort University Leicester

Además de este trabajo de restauración, el museo ha decidido encargar dos réplicas para complementar la exhibición del original. Este enfoque tiene un doble objetivo: primero, ofrecer al público una imagen de cómo podría haber lucido el casco en su época; y segundo, hacer trabajo de divulgación sobre las técnicas de restauración, conservación y reproducción de artefactos históricos.

Rajesh Gogna, platero y profesor de la Universidad de Montfort de Leicester, creó una de las réplicas del casco. Inicialmente elaboró un modelo CAD detallado de la pieza, y luego utilizó una impresora 3D para su reproducción física. Después de un proceso de electroformado, le dio un chapado en plata y oro para emular el acabado original.

Por su parte, Francesco Galluccio, un arqueólogo italiano especializado en la recreación de objetos antiguos, adoptó un método más tradicional. Utilizando técnicas similares a las empleadas por los artesanos romanos, Galluccio comenzó forjando el núcleo de hierro del casco, y luego trabajó la capa exterior decorativa, en latón, con el martillo, a la que le dio el acabado plateado y dorado. Todo el proceso lo realizó en estrecha contacto con el museo, y basándose exclusivamente en artefactos existentes para garantizar una reconstrucción auténtica.

Francesco Galluccio trabajando en su réplica
El arqueólogo y artesano trabajando con el casco en su taller. Imagen de Francesco Galluccio

La exposición permanente de la gálea de Hallaton en el Museo de Harborough va a permitir a visitantes y académicos acceder a esta pieza extraordinaria. Adicionalmente, se mostrarán en la misma sala otras cinco carrilleras, así como objetos asociados enterrados junto al casco, que ayudarán a iluminar aspectos de la vida social y militar durante los primeros momentos de la ocupación romana de Gran Bretaña.

Este proyecto de conservación y reconstrucción fue posible gracias al apoyo de la Leicestershire Archaeological and Historical Society y el Market Harborough Historical Society, entre otros colaboradores.

Fuentes

smithsonianmag.com
www.harboroughmuseum.org.uk

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