Descubren fichas del juego romano latrunculorum en Adrianópolis

Un hallazgo en la actual Edirne (Turquía) revela cómo los legionarios romanos utilizaban los juegos de mesa como entrenamiento estratégico.

En la antigua ciudad de Adrianópolis, en la parte europea de Turquía, un equipo de arqueólogos descubierto unas piezas de juegos mesa que van a ayudar a comprender esta faceta de la vida militar y cultural de Tracia durante la Antigüedad. El descubrimiento se enmarca en el Proyecto Patrimonio para el Futuro, impulsado por el Ministerio de Cultura y Turismo de Turquía, y dirigido por el arqueólogo Ersin Çelikbaş, de la Universidad de Karabük.

Fichas usadas en juegos de mesa romanos
Imagen de las dos fichas encontradas. Fotografía de Karabük Üniversitesi

Las excavaciones han permitido identificar dos piezas de hueso datadas en el siglo V d. C. que tienen forma de disco y están decoradas con símbolos de cuatro y ocho brazos. Según los especialistas, se trata de fichas empleadas en los juegos de mesa ludus latrunculorum —el llamado «juego de los bandidos»— y ludus duodecim scriptorum, considerados los ancestros del ajedrez y el backgammon, respectivamente.

Adrianópolis, fundada en el siglo II en honor al emperador Adriano, fue un enclave estratégico en Asia Menor, célebre por sus baños romanos, iglesias, murallas, villas, tumbas, teatro y otras estructuras monumentales. Y porque allí tuvo lugar la famosa batalla contra los godos en la que pereció el emperador Valente. El hallazgo de estas fichas refuerza la hipótesis de que la ciudad albergó un destacamento militar activo durante al menos dos o tres siglos, posiblemente con tropas de caballería.

Los juegos encontrados no eran meros pasatiempos: cumplían una función pedagógica al entrenar el pensamiento táctico de los soldados romanos, ya que el latrunculorum se vinculaba a la estrategia militar. La primera mención literaria del juego aparece en De Lingua Latina, de Marco Terencio Varrón, quien comparaba las casillas del tablero con las declinaciones del latín. El duodecim scriptorum (juego de las doce líneas) tenía un mayor componente de azar, y atraía a los soldados por la posibilidad de efectuar apuestas.

El valor del hallazgo es doble: por un lado, ilumina la vida cotidiana y el papel del ocio en contextos militares; por otro, confirma la continuidad histórica del pensamiento estratégico. Desde los tableros romanos hasta los videojuegos modernos, la esencia del entretenimiento basado en la planificación crítica y la anticipación táctica ha perdurado a lo largo de los siglos.

Si tienes interés por conocer en profundidad el mundo de los juegos en la antigua Roma puedes pasarte por la sección Juegos de mesa.

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