Se recupera un mosaico romano único en su género en el corazón de Roma

El espectacular mosaico de conchas, vidrio y mármol se ha encontrado en una domus lujosamente decorada, situada entre el Foro romano y el Palatino, y revela detalles significativos sobre la vida y la cultura de la aristocracia romana en la época tardorrepublicana.

En pleno corazón de Roma, el equipo del Parque Arqueológico del Coliseo está llevando a cabo la excavación del lugar donde ha aparecido una lujosa domus de la última etapa de la República romana. Mientras trabajaban minuciosamente en varias estancias de la villa que estaban ricamente decoradas, ha tenido lugar un feliz hallazgo: se ha revelado un gran mosaico, singular por su complejidad temática y cronología.

El mosaico romano único encontrado cerca del Coliseo
Vista completa del mosaico descubierto. Imagen del Ministero della Cultura

La vivienda estaba ubicada entre el Foro y la colina Palatina, en una zona donde, más tarde, el emperador Augusto ordenó construir el complejo de almacenes conocido como los Horrea Agrippina. Durante muchas generaciones, esta área de Roma fue el hogar de ciudadanos influyentes, por lo que se convirtió en un escenario importante de la política romana.

La domus se extendía en varios niveles, que seguramente estaban dispuestos en terrazas. Se han identificado al menos tres fases constructivas, la primera de las cuales se remonta a la segunda mitad del siglo II a.C. La residencia se distribuía de manera típica, alrededor de un atrio, y contaba un specus aestivus, una sala de banquetes estival decorada como una gruta. Su descubrimiento confirmó lo que indicaban las fuentes sobre la presencia de extensas residencias de importantes familias senatoriales en la zona noroccidental del Palatino.

Un mosaico romano único en su género

La pieza que se acaba de encontrar es un mosaico mural de estilo "rústico" compuesto por materiales muy diversos, muchos de ellos importados: conchas, teselas de azul egipcio, minerales, vidrios coloreados, escamas finas de mármol blanco, fragmentos de travertino poroso y de otras piedras. Los fragmentos se unieron a la pared con mortero de puzolana, una roca volcánica muy desmenuzada de propiedades hidráulicas.

Detalles del mosaico encontrado cerca del Coliseo
Detalle de una de las edículas. Imagen del Ministero della Cultura

El mosaico se ha datado en los últimos decenios del siglo II a.C., y se considera muy excepcional; no se ha encontrado nada similar de este periodo ni en Roma ni en Pompeya. Es una muestra de lo que los romanos denominaban luxuria asiática, la exhibición extravagante de riqueza y poder a través de la vestimenta, la decoración de las viviendas y los banquetes. Un asunto que fue motivo de controversia y debate político entre aristócratas durante la era republicana tardía, como ocurrió, por ejemplo, con el caso de Lúculo.

El mosaico muestra una secuencia de escenas figurativas complejas. Hay cuatro edículas, delimitadas por pilastras y decoradas con jarrones de los que emergen ramas de loto y vid, donde se representan pilas de armas con trompetas carnyx celtas (esa especie de tubas), proas de barcos con tridentes y timones con trirremes. La gran luneta superior muestra un fascinante paisaje con una ciudad costera en el centro, simulada con fragmentos de travertino, y situada junto a un mar surcado por tres grandes naves, una con las velas izadas; una muralla con pequeñas torres rodea la ciudad, que cuenta con pórticos, puertas y un gran edificio público. En un lado, una escena pastoral.

Los arqueólogos creen que las propias pistas extraídas del mural podrían ayudar a identificar al propietario de la casa. La ciudad costera parece aludir a una conquista militar del propietario de la domus. La muestra de armas, tan diversa, con instrumentos musicales, barcos y tridentes, sugiere que podría tratarse de un doble triunfo, terrestre y naval. La obra debió ser encargada por algún rico oficial romano, presumiblemente un aristócrata de rango senatorial, después de un gran éxito militar.

La estancia en la que se encuentra el mural es la specus aestivus aludida anteriormente, que se utilizaba como sala de banquetes o entretenimiento. La presencia de tuberías de plomo entre sus paredes decoradas indica que, originalmente, estaba adornada con ricos juegos de agua. En la sala contigua, un meticuloso trabajo de restauración ha revelando un revestimiento de estuco blanco con paisajes dentro de trampantojos, y también figuras de altísima calidad.

Fotografía donde se pueden apreciar las piezas del mosaico
Detalle de las piezas que componen el mosaico. Imagen del Ministero della Cultura

Abrirlo al público lo más pronto posible

Una cuestión que intriga a los investigadores es cómo esta familia aristocrática terminó perdió su poder o el favor del emperador, pues el edificio y su contenido fueron enterrados y reemplazados por un almacén de grano construido directamente encima cuando Augusto llegó al poder.

El hallazgo de este mosaico romano único en su género subraya el compromiso del Parque Arqueológico del Coliseo y el Ministerio de Cultura con la promoción del patrimonio cultural. Las primeras estructuras murales se habían empezado a excavar en 2018, y se espera que las excavaciones concluyan en 2024. Tras la reapertura de la Domus Tiberiana, este año, y la mejora de la accesibilidad del Anfiteatro Flavio, también se trabajará para hacer accesible este lugar al público lo más pronto posible.

Fuentes

smithsonianmag.com
cultura.gov.it

Seguro que también te interesa:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir