Localizado en el sur de Italia uno de los muros construidos para contener a Espartaco

Esta pequeña muralla, de 2,7 km de longitud, formaba parte del gran complejo mandado construir por Marco Licinio Craso en el año 71 a.C. para frenar al ejército de esclavos de Espartaco.

Un equipo de investigación ha identificado en un bosque del sur de Italia una pequeña muralla que utilizó el ejército romano hace más de 2000 años, durante su enfrentamiento con el ejército de esclavos de Espartaco. El grupo, liderado por el arqueólogo Paolo Visonà, de la Universidad de Kentucky, se topó con un muro de piedra cubierto de musgo en el bosque Dossone della Melia, en Calabria. Al investigarlo, descubrieron que se extendía a lo largo de casi tres kilómetros, y que, junto a él, corría un foso militar. Los lugareños ya conocían de la existencia de una pequeña sección de este muro, pero no se había investigado, hasta ahora, para confirmar quién la construyó y con qué propósito.

Fotografía del muro mandado construir por Craso para contener a Espartaco — El muro fue descubierto en un bosque de la región meridional de la península italiana. Imagen de Andrea Maria Genaro para el Archeological Institute of America

Después de estudiar el sitio detalladamente con tecnología LiDAR de escaneo láser, magnetometría y muestreo de suelos, el equipo pudo concluir que, efectivamente, la muralla poseía características típicas de la ingeniería militar romana. Además, cerca del lugar se encontraron restos de armas del período tardo-republicano, como mangos de espadas rotas de hierro, cuchillas curvas, y puntas de jabalina y de una lanza. Estos hallazgos indican que en ese lugar tuvo lugar un enfrentamiento de cierta intensidad, posiblemente un ataque de las tropas de Espartaco, que intentaba romper el cerco.

Murallas para contener a Espartaco

Espartaco era un tracio que sirvió en las tropas auxiliares del ejército romano hasta que decidió desertar. Capturado, fue vendido como esclavo y terminó en una escuela de gladiadores en Capua. En el año 73 a. C., Espartaco inició una revuelta en el lugar y se fugó con otros 70 compañeros, a los que se fueron uniendo otros centenares de esclavos. Comenzaba así la Tercera Guerra Servil.

En los primeros enfrentamientos, los rebeldes vencieron a todas las guarniciones y milicias enviadas contra ellos. En poco tiempo, Espartaco lideraba una multitud de más de 90.000 personas armadas con los despojos de los legionarios vencidos, que asolaban los campos de gran parte del sur de Italia y saqueaban sus ciudades. Esta masa de gente no estaba formada solo por esclavos, sino también por campesinos empobrecidos y jornaleros, pastores, y todo tipo de parias que vivían en la miseria.

Ante las continuas victorias del ejército rebelde, que llegó a derrotar a varios ejércitos consulares, el Senado decidió otorgar a Marco Licinio Craso el mando de todas las legiones que quedaban en Italia. Aprovechando un intento de Espartaco por cruzar a Sicilia, Craso lo acorraló en el extremo sudoccidental de la península itálica. Plutarco nos cuenta que, para encerrarlo allí y poder rodearlo, Craso mandó construir unos 65 km de muros y empalizadas que iban de mar a mar. El muro localizado en este bosque calabrense formaría parte de ese complejo.

Académicos y autoridades pretenden continuar con las excavaciones arqueológicas en Dossone della Melia, pero la prioridad actual es proteger el lugar de posibles saqueadores. Según Visonà, aún queda mucho por aprender del yacimiento, ya que solo se ha llegado a arañar la superficie.