脷ltimos descubrimientos arqueol贸gicos en Gran Breta帽a
Aparecen los restos de un altar romano en Leicester, la Rat忙e Corieltauvorum romana.
Despu茅s de a帽o y medio, se dan por concluidas las excavaciones en la Antigua Escuela de Canto del extremo oriental de la catedral de Leicester. El Servicio Arqueol贸gico de la Universidad de Leicester hab铆a puesto en marcha un proyecto denominado Leicester Cathedral Revealed con el objetivo de rastrear la historia de esta parte de la ciudad, desde la 茅poca victoriana hasta los asentamientos medievales, sajones, romanos y celtas, y tambi茅n para conocer m谩s acerca de los primeros cimientos de la catedral (antiguamente iglesia parroquial de san Mart铆n). El equipo del proyecto ha logrado recopilar una buena cantidad de informaci贸n a partir de numerosos descubrimientos, desde todo tipo de enterramientos de los 煤ltimos mil a帽os hasta restos anglosajones, incluido un posible edificio y la primera moneda anglosajona encontrada en Leicester en casi 20 a帽os.

Durante las 煤ltimas etapas de las excavaciones, los arque贸logos llegaron al nivel del per铆odo romano, que se encontraba a unos 3 metros por debajo del suelo, y all铆 efectuaron el descubrimiento una piedra de altar en lo que parec铆a ser el semis贸tano de un edificio romano. Este hallazgo ha reavivado una leyenda centenaria que afirmaba que la catedral normanda del siglo XI y la iglesia de finales del periodo saj贸n sobre la que se edific贸, se encontraban en el lugar donde se elevaba un antiguo templo romano. El espacio subterr谩neo descubierto med铆a cuatro por cuatro metros y ten铆a las paredes se hab铆an pintado de manera elaborada, lo que sugiere que no era simplemente una bodega. El espacio, que med铆a unos 4 por 4 metros, se construy贸 probablemente en el siglo II d. C. y se acced铆a a 茅l a trav茅s de un pasadizo que ten铆a paredes de madera y suelo de losas. Es posible que la sala haya sido utilizada como sala de recepci贸n en lugar de lugar de almacenamiento, quiz谩s dentro de un edificio m谩s grande como una casa adosada al oeste, aunque esto a煤n no ha sido confirmado. Es probable que la sala haya sido los restos de un santuario familiar o una sala de culto donde un peque帽o grupo de personas compart铆a la adoraci贸n privada. Este tipo de c谩maras subterr谩neas a menudo se relacionan con cultos mist茅ricos y de fertilidad, y la adoraci贸n de dioses como Mitras, Cibeles, Baco, Dionisio y la diosa egipcia Isis. El s贸tano fue deliberadamente desmantelado y rellenado, probablemente a fines del siglo III o IV. Dentro del s贸tano, se encontr贸 la base de una piedra de altar, rota y boca abajo, que era un fragmento de 25 cm por 15 tallado en piedra arenisca. Presentaba molduras decorativas en tres lados y la parte posterior era lisa, lo que sugiere que se coloc贸 contra la pared. Su altura original era superior a su anchura, de unos 60 cm, pero est谩 roto por la mitad y le falta la parte superior del pedestal y el capitel. El altar habr铆a sido el sitio principal para el sacrificio y las ofrendas a los dioses, y una parte clave de sus ceremonias religiosas.

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Un ata煤d de plomo de una arist贸crata romana en una necr贸polis oculta
Otro descubrimiento interesante ha tenido lugar en unas excavaciones en la localidad de Garforth, cerca de Leeds, al norte de Inglaterra. All铆 ha salido a la luz un antiguo cementerio romano-saj贸n del siglo V que hab铆a permanecido oculto hasta ahora. Un equipo de arque贸logos liderado por Kylie Buxton llev贸 a cabo las excavaciones y encontr贸 m谩s de 60 cuerpos de hombres, mujeres y ni帽os. De entre todo el conjunto, destacan los restos 贸seos de una arist贸crata de 茅poca tardorromana enterrada en un ata煤d de plomo, algo extremadamente raro. En otras tumbas se han encontrado indicios de pr谩cticas cristianas primitivas, y objetos personales sajones como cuchillos y cer谩micas.

Los arque贸logos insisten en la importancia de este hallazgo, porque la necr贸polis alberga restos tanto romanos como de los primeros invasores sajones, y la presencia de dos comunidades tan distintas utilizando el mismo lugar de enterramiento es algo inusual. Por eso, la clave, ahora, es determinar si se solap贸 el uso del cementerio por parte de britanoromanos y de anglosajones o no, ya que eso determinar谩 el alcance real del hallazgo. Para empezar, se pretende analizar los restos con m茅todos avanzados, como dataci贸n por radiocarbono y diversas pruebas qu铆micas, para obtener informaci贸n precisa sobre la dieta y la ascendencia de cada individuo. De cualquier manera, este hallazgo ayudar谩 a arrojar m谩s luz sobre uno de los periodos m谩s significativos de la historia brit谩nica: la transici贸n entre el fin del dominio romano y el establecimiento de los reinos anglosajones. revelar las pr谩cticas funerarias de las culturas tardorromana y anglosajona. Este conjunto de enterramientos pone de manifiesto la complejidad y precariedad de la vida durante un periodo muy din谩mico de la historia del norte de Inglaterra Yorkshire.
El descubrimiento se debi贸 en parte al hallazgo en las inmediaciones de edificios de piedra de la 茅poca romana tard铆a y un peque帽o n煤mero de estructuras de estilo anglosaj贸n. Aunque tuvo lugar el a帽o pasado, solo se ha revelado ahora por la necesidad de mantener la seguridad del yacimiento y realizar las pruebas iniciales. Por ese motivo, se mantiene en secreto la ubicaci贸n exacta. Una vez que se analicen todos los hallazgos, se espera que el ata煤d pueda exhibirse en una pr贸xima exposici贸n en el Museo de la Ciudad de Leeds, que explorar谩 la muerte y las costumbres funerarias de todo el mundo.
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Un fuerte perdido en el l铆mite m谩s noroccidental del Imperio romano
Por 煤ltimo, hay que mencionar el redescubrimiento de un peque帽o fuerte romano del siglo II en el oeste de Escocia, una de las estructuras defensivas que formaban parte del muro de Antonino. Arque贸logos del Historic Environment Scotland encontraron los cimientos enterrados de la edificaci贸n junto a una escuela al noroeste de la moderna Glasgow. Era una estructura que ya hab铆a sido mencionada por un anticuario en 1707, pero nunca se hab铆a encontrado despu茅s, a pesar de los intentos de localizarlo en las d茅cadas de 1970 y 1980.

Frente al m谩s famoso muro de Adriano, situado 160 km m谩s al sur, el de Antonino siempre ha estado en un segundo plano. No es extra帽o, ya que del primero a煤n quedan kil贸metros de muralla de piedra, mientras que de este 煤ltimo son pocos los vestigios visibles en la actualidad, solo restos de cimientos y mont铆culos inconexos. Por eso el fuerte reci茅n descubierto es un hallazgo poco frecuente. El equipo de investigaci贸n logr贸 localizar sus cimientos empleando gradiometr铆a, una t茅cnica de topograf铆a geof铆sica, para observar el subsuelo sin necesidad de excavar, mediante la medici贸n de peque帽os cambios en el campo magn茅tico terrestre. Esta t茅cnica permiti贸 identificar la base de piedra del fuerte, que permanece enterrada bajo tierra.
Mandado construir por el emperador Antonino P铆o en 142 d.C., este muro se convirti贸 en la frontera m谩s septentrional alcanzada nunca por el Imperio romano. Atravesaba Escocia en su punto m谩s estrecho, a lo largo de 60 km, y estaba formado por una combinaci贸n de muro compacto de tierra y turba con empalizadas de madera, y lo preced铆a un foso bastante ancho. En su construcci贸n se usaron, como base, los restos de los campamentos de las campa帽as de Julio Agr铆cola, que tuvieron lugar el siglo anterior. Al igual que el muro de Adriano, el de Antonino estaba jalonado de fuertes con guarniciones cada cierta distancia.

Este fort铆n reci茅n encontrado parec铆a constar de dos peque帽os edificios de madera rodeados por una muralla de piedra y turba de cerca de 2 metros de altura, construido a lo largo del lado sur del muro de Antonino. Hab铆a dos torres de madera sobre puertas en lados opuestos: una al norte para permitir el paso de personas, animales y carros a trav茅s del muro, y otra al sur. Se cree que lo guardaban grupos de unos 12 soldados, muchos de ellos auxiliares locales, que se rotar铆an en turnos de una semana, m谩s o menos, para vigilar la zona. Los destacamentos de relevo llegar铆an de un fuerte romano m谩s grande en Duntocher, a una milla al este.
Este descubrimiento parece confirmar la teor铆a de que los romanos quer铆an duplicar la muralla de Adriano, con fortificaciones de piedra m谩s fuertes y altas cada milla de su longitud. Es posible que en el momento de su construcci贸n hubiera hasta 41 fuertes a lo largo del muro de Antonino, pero hasta ahora s贸lo se hab铆an encontrado nueve. Este descubrimiento marca el d茅cimo conocido. Quiz谩 la intenci贸n era terminar conquistando toda Escocia. Sin embargo, la fuerte hostilidad de los caledonios (como llamaban los romanos a los pictos), provoc贸 el abandono de estas posiciones en el a帽o 162 d.C, y el repliegue de las guarniciones hacia el sur. Las legiones recuperaron de manera ef铆mera el control sobre el muro Antonino con Septimio Severo, cincuenta a帽os despu茅s, pero luego la frontera se mantuvo fija en el muro de Adriano hasta el colapso del dominio romano en Gran Breta帽a a principios del siglo V.
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