Un descubrimiento excepcional en Granada: se constata un nuevo nombre romano en una estela funeraria

Todo comenzó en 2020, de manera fortuita, en una finca del municipio granadino de Domingo Pérez. Al arar su campo con el tractor, un agricultor desenterró una piedra de buen tamaño que resultó ser una lápida funeraria romana con inscripciones en latín. Comunicado el hallazgo a la Delegación de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta, el hallazgo se depositó en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada para su conservación y estudio.

estela funeraria
Fotografía de la lápida funeraria. Universidad de Granada

Tras un proceso de restauración y análisis, los profesores del departamento de Historia Antigua de la Universidad de Granada, Ángel Padilla Arroba y Eva Morales Rodríguez, han presentado sus resultados. La pieza es una estela funeraria tallada en un bloque de piedra caliza rectangular de buena factura, pulimentada y con la parte superior ligeramente redondeada. Tiene unas dimensiones de 65x40x17 cm, y se piensa que debía de estar colocada en un monumento funerario. Aparte del texto inscrito, distribuido a lo largo de 12 líneas, no hay elementos decorativos. Basándose en el tipo de letra, capital cuadrada, y a las fórmulas funerarias empleadas, los investigadores la dataron entre finales del siglo I y el siglo II d.C. Lo escrito es una lista con el nombre de seis personas y la edad a la que fallecieron. Son hombres y mujeres pertenecientes a la gens Pomponia, cuya condición de libertos se evidencia de manera implícita o explícita. La traducción viene a ser la siguiente:

Consagrada a los Dioses Manes. Quinto Pomponio Subulco, de 55 años, Voconia Clara, liberta de Cayo, de 35 años, Quinto Pomponio Clarano, de 23 años, Pomponia Optata, liberta de Quinto, de 50 años, Sempronia Lalema, de 35 años, Pomponio Príncipe, de ? años. Aquí están enterrados. Que la tierra os sea leve.

Lo excepcional se encuentra en la denominación del primer individuo, Quintus Pomponius Subulcus, ya que es la primera vez que el cognomen Subulcus se registra en la onomástica romana. Si el praenomen equivalía a nuestro nombre de pila y el nomen al apellido familiar, el cognomen era una especie de mote o apodo que servía para diferenciar distintos individuos emparentados. En el caso de subulcus, se conocía el término en sí, pues Isidoro de Sevilla lo recoge en sus Etimologías, donde lo define como un sinónimo de porquero. Pero, hasta ahora, nunca se había encontrado formando parte de un nombre personal, ni aparece registrado en ninguno de los grandes repertorios ni bases de datos epigráficas. Se trata, pues, del primer testimonio documentado en todo el mundo romano. Un estudio monográfico realizado por los investigadores se publicará en el próximo número de la prestigiosa revista Epigraphica, que edita la Universidad de Sassari (Italia).

Fuente

Universidad de Granada

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