Una ciudad romana desconocida en la comarca aragonesa de la Jacetania

Al excavar, los arqueólogos constataron que lo que hay en el yacimiento de El Forau de la Tuta son los restos de una ciudad romana de época imperial, desconocida hasta ahora, que contaba con templos, termas, un sistema de abastecimiento de agua y una red de cloacas.

Así consta en el informe publicado por los especialistas: El Forau de la Tuta (Artienda, Jacetania, Zaragoza), una ciudad imperial romana, hasta ahora desconocida, en la vertiente sur de los Pirineos. Ya se tenía constancia de diversos hallazgos arqueológicos romanos en lugares del entorno de la la ermita de San Pedro: en el denominado El Forau de la Tuta y en el Campo de la Virgen (o del Royo). Vestigios de fortificaciones, muros, fosos, puertas, y restos de sillares, columnas, y mosaicos de lo que se pensaba que debían haber sido antiguas villas romanas. También se sabía de la reutilización de elementos arquitectónicos romanos en la construcción de la propia ermita.

Para consolidar todos estos restos y evitar su espolio y deterioro, el Ayuntamiento de Artienda solicitó, en 2018, un estudio a la Universidad de Zaragoza. El área sobre el que se llevó a cabo la investigación abarca cuatro hectáreas en la vega del río Aragón, una terraza fluvial que se encuentra a un kilómetro y medio del centro de la localidad, y por el que pasaba la calzada romana que conectaba Iaca (Jaca) e Ilumberri (Lumbier), que perduró durante la Edad Media como uno de los tramos de la ruta tolosana del Camino de Santiago. Una primera evaluación de los restos de superficie conocidos, y de varias piezas de coleccionistas procedentes del lugar, determinó enseguida que no se trataba de distintos conjuntos arqueológicos, sino de uno solo de enormes dimensiones, y que éste correspondía a un asentamiento de carácter urbano. Se decidió, entonces, aplicar el nombre de "El Forau de la Tuta" a todo el complejo. También se comprobó que, sobre las ruinas de época romana, hubo una segunda fase de ocupación altomedieval, entre los siglos IX y XIII.

Capitel corintio en la ermita de san Pedro, perteneciente al Foral de la Tuta, la ciudad romana desconocida descubierta recientemente.
Fragmento de columna encontrado en la ermita de san Pedro, de capitel corintio. Imagen del informe arqueológico

El carácter urbano del asentamiento se infería de los restos de columnas que hay en la ermita de San Pedro. Por sus dimensiones y tipología, parecen provenir de, al menos, dos edificios públicos diferentes construidos durante el periodo altoimperial, uno de los cuales tenía columnas corintias que medían alrededor de 6 metros de altura. A esto se sumaba el hallazgo de un fragmento de una mano de mármol de Carrara en el lugar (ahora en una colección privada). Su tamaño, casi humano, apuntaba también a la existencia de algún tipo de foro o conjunto monumental ciudadano decorado con estatuas de gran formato.

Por otro lado, los investigadores pudieron constatar la presencia de restos de un impresionante conjunto de obras públicas fabricadas en opus caementicium, la argamasa romana, entre las que se cuentan cuatro bocas de desagüe de cloacas y unos vestigios arquitectónicos que parecen pertenecer a un sistema de abastecimiento y almacenamiento de agua.

La campaña de excavación que se llevó a cabo en 2021 fue clave. La información obtenida mediante técnicas de georradar e imágenes aéreas multiespectrales permitió identificar la presencia en el subsuelo de numerosas estructuras arquitectónicas y de una densa trama urbanística regular. En uno de los sondeos arqueológicos que se realizaron a continuación, se pudo documentar un cruce de dos calles. En una de esas calles había restos de una de las aceras y de una canalización de superficie destinada a la evacuación de aguas.

Vista cenital del cruce de calles de esta ciudad romana desconocida
Vista cenital del cruce de calles descubierto. Imagen del informe arqueológico

En otro de los sondeos se descubrieron varias estancias que, por su estructura y diseño arquitectónico pertenecían a unas termas públicas. Precisamente, uno de los descubrimientos más significativos de la campaña fue un mosaico en blanco sobre fondo negro decorado con motivos iconográficos típicos de estos establecimientos. En las esquinas aparecen conchas o veneras, y el motivo central representa unos hipocampos enfrentados montados por amorcillos, rodeados por un pez y dos delfines.

Además, se encontraron varias estancias que, por su composición y diseño arquitectónico, se identificaron como pertenecientes a este complejo termal.

Mosaico de teselas blancas y negras del complejo termal romano del Forau de la Tuta
El impresionante mosaico descubierto en las termas, con motivos mitológicos marinos. Imagen del informe arqueológico

En conclusión, todos estos descubrimientos se corresponderían con la complejidad de un asentamiento urbano: termas, sistema de abastecimiento de agua, urbanismo regular, cloacas, un templo o algún otro tipo de edificio público. Una ciudad que dataría, al menos, del siglo I. Lo que desconcierta a los investigadores es el desconocimiento del nombre de esta ciudad, pues no hay ninguna referencia en las fuentes. No se puede negar, pues, la importancia de estos descubrimientos; de hecho, ya está en trámite la declaración del mosaico descubierto como bien de interés cultural.


Fuente

VV.AA.: "El Forau de la Tuta (Artieda, Jacetania, Zaragoza),una ciudad imperial romana, hasta ahora desconocida, de la vertiente sur de los Pirineos.", en Actas del IV Congreso de Arqueología y Patrimonio Aragonés (CAPA), Zaragoza, 2022

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